En boca de todos está la histórica revolución cultural del gigante asiático o la revolución económica de estos tiempos, pero muy pocos saben que desde los dormitorios se está fraguando la mayor rebelión popular de las últimas décadas, tal y como retrata el documental “China: La Revolución Sexual”.
Llega con cuarenta años de retraso pero con tanta fuerza que arrasa, directamente, con el puritanismo de estado de la era de Mao Tsé Tung, que logró desterrar, de un sólo golpe, al capitalismo y a la liberación sexual de Occidente
Según las encuestas, hoy por hoy, el 70 por ciento de las parejas que contraen matrimonio en China ya han mantenido relaciones sexuales. Y eso que hace tan sólo unos años, el 80 por ciento de los hombres y de las mujeres menores de 25 años afirmaba desconocer los más elementales rudimentos del acto sexual.
Hoy en día los jóvenes chinos se besan en plena calle, algo inaudito e inmoral en otros tiempos. Y la mayor parte se conecta a Internet para buscar más información. Florecen los blogs sobre la temática erótica y, también los sex shops, que proliferan en las grandes ciudades.
Por otra parte, gracias a la política de control de natalidad que permite sólo un bebé por pareja, escasean las mujeres. La tradición china prima al varón por encima de la hembra y por ello, ahora, hay un superávit de hombres. De hecho, se calcula que decenas de millones de chinos están abocados a la soltería, una situación que da alas al negocio de la prostitución.
Además, y por culpa de la ignorancia de meretrices y clientes, China se enfrenta a una epidemia de Sida que podría llegar a proporciones africanas. Por eso las autoridades apuestan por la educación sexual y toleran el tratamiento de estos asuntos en los medios de comunicación, alimentando el círculo vicioso que echa leña al fuego de las pasiones colectivas.....
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