Rawlins, la penitenciaría estatal de Wyoming, está situada en una localidad tan aislada que a veces no hay personas suficientes en los alrededores que puedan trabajar en la prisión. El estado ha tenido que recurrir a medidas extremas. La principal, reclutar funcionarios en otras zonas de los Estados Unidos. El documental sigue los pasos de tres nuevos guardias, miembros de un contingente de 30 novatos que acaban de empezar a trabajar con una sola cosa en común: carecen de experiencia laboral que los ayude a mantener a raya a los presos más conflictivos.
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