
La línea que separa lo masculino de lo femenino no es nítida. La secta religiosa de los hijra, (en la cultura del subcontinente indio, el término hijra define a los miembros de un tercer sexo, intermedio entre los géneros masculino y femenino) con 2.000 años de antigüedad en la India, acoge como miembros a chicos que han sido -o desean ser- castrados. Conoceremos a Anjali, una hijra que está enamorada de un hombre casado y que teme que pronto será abandonada y forzada a ejercer la prostitución.
En el estado de Maine, el profesor James Boylan cambió su nombre por el de Jennifer y, a partir de ahí, luchó por conservar su empleo y su vida junto a su mujer y sus dos hijos. Mientras, en Atlanta, las representaciones del artista Scott Turner Schofield reflejan sus propias experiencias en la transición de mujer a hombre.
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