"Pensé que sería una
rutina normal de operación de lucha contra las drogas, pero nos fue muy
mal". Así comienza el documental “Colombie,
à balles réelles” (Colombia: munición de guerra). 26 minutos en los cuales
el periodista Romeo Langlois, rehén de las FARC hasta el 30 de mayo, cuenta
como es el día a día desde dentro del valiente ejército de Colombia. El
periodista siguió al ejército en una de sus misiones de desmantelamiento de laboratorios
de fabricación de drogas, cuando fueron atacados por la guerrilla.
Hasta el momento de su
entrega a las FARC, Romeo Langlois nunca dejó de filmar, aunque estuviese herido
en un brazo por la bala de un fusil de asalto AK-47. Después de sus 33 días de detención, el
francés volvió a la libertad con sus imágenes.
El documental muestra la
valentía y heroísmo de los soldados de Colombia pero en especial la del sargento
Cortez (foto), encargado de la protección de Langlois, quien muere delante de la cámara
abatido por el fuego enemigo.
El tiroteo de North Hollywood
fue una confrontación armada entre dos ladrones de bancos, Larry Eugene
Phillips, Jr. y Emil Mătăsăreanu, y algunos de los oficiales de una pequeña
patrulla y miembros de un equipo SWAT pertenecientes al Departamento de Policía
de Los Ángeles. El incidente se produjo en North Hollywood, un distrito del
Valle de San Fernando, al norte de Los Ángeles, California, Estados Unidos, el
día 28 de febrero de 1997. Sucedió cuando oficiales de policía respondieron la
llamada de una patrulla que vio entrar a Phillips y Mătăsăreanu en una sucursal
del Bank of America, enfrentándose a ambos ladrones, que tenían veintiséis años
de edad.
Diez oficiales de policía y siete civiles fueron heridos durante el
tiroteo, antes de que murieran ambos ladrones. Anteriormente Phillips y
Mătăsăreanu habían asaltado varios vehículos blindados antes de intentar este
asalto y se distinguían por usar chalecos antibalas y armamento pesado, el cual
incluía fusiles automáticos.
En aquellos tiempos, los oficiales de las patrullas locales sólo estaban
armados con pistolas y revólveres de calibres 9 mm y 38 Special. Además poseían
escopetas de calibre 12 disponibles en sus coches. En cambio Phillips y
Mătăsăreanu llevaban fusiles automáticos, con municiones capaces de penetrar
los chalecos antibala usados por la policía. Ellos mismos usaban chalecos
antibalas. Ya que las pistolas de la policía no podían penetrar los chalecos de
los asaltantes, los esfuerzos de los oficiales de patrulla fueron inútiles.
Finalmente llegó un equipo SWAT con armas de mayor calibre que podían penetrar
esos blindajes; incluso incautaron varios fusiles semiautomáticos en una
armería cercana. El incidente encendió un debate sobre la potencia de fuego
disponible apropiada para los oficiales de patrulla en situaciones similares en
el futuro.
Los sucesos del 11 de septiembre tuvieron su precedente en un hecho que ocurrió 30 años antes: el secuestro simultáneo por parte del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) de cuatro aviones que se dirigían a Nueva York. Durante muchos años, este suceso fue conocido como el "día más negro de la aviación". Las transcripciones de las llamadas telefónicas entre Washington y Londres, que se acaban de hacer públicas, ponen de manifiesto la tensión entre los gobiernos estadounidense y británico, así como la amenaza a la estabilidad en Oriente Próximo.
Se cernió una crisis internacional, mientras el secuestro se convirtió en un suceso mediático de ámbito mundial. Los terroristas dieron una rueda de prensa en una pista de aterrizaje en pleno desierto y los pasajeros hablaron de las condiciones de su cautiverio. Tras 21 días de terror, los gobiernos estadounidense y británico liberaron a algunos presos palestinos. Ahora descubriremos la historia completa de este secuestro, mediante narraciones personales de los negociadores, los terroristas y los rehenes, y con el acceso a archivos y documentos desclasificados recientemente...
A caballo entre Baltimore y Washington y oculto entre bosques de árboles, sólidas barreras de cemento, vallas de alambre con púas e incluso detectores de movimiento, se encuentra una de las ciudades más extrañas de la tierra: la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense.
Compuesto por más de 60 edificios de oficinas, almacenes, fábricas, laboratorios y cuarteles generales, hoy en día la National Security Agency (NSA) es la agencia de inteligencia más grande del mundo: triplica el tamaño de la CIA y se enorgullecen de ser más secreta.
Desde los atentados del 11 de Septiembre en Nueva York, sus funciones se extendieron. Entre sus misiones se encuentra el control de información en el mundo, que afecta desde conversaciones de teléfonos móviles en Europa o teléfonos públicos en Afganistán, hasta faxes entre Moscú y Cuba o emails entre Pakistán y Bagdad. Además, realizan escuchas masivas en las llamadas telefónicas de ciudadanos americanos, muchos de los cuales están en la lista secreta del gobierno.
Este documental mostrará por primera vez en televisión la alta tecnología que utilizan los servicios secretos del siglo XXI, sus espectaculares instalaciones, sus métodos de investigación e incluso sus acuerdos secretos. ¿Se atreven a acompañarnos?...
Este documental es una incursión en los entresijos de Google ahora que está yendo más allá de su rentabilísimo motor de búsqueda y del negocio de la publicidad para adentrarse en el "cloud computing".
En este discurso -titulado “Tienen que encontrar eso que aman”, Jobs explica tres breves historias: la primera, sobre “conectar puntos”, en relación a su infancia y educación; la segunda, sobre “amor y pérdida”, sobre su despido ( “Lo mejor que me pasó en la vida”) y posterior regreso a Apple; y la tercera, sobre “la muerte”. El discurso fue pronunciado el 12 de junio de 2005, cuando Jobs le había ganado la primera batalla al cáncer de páncreas.
En este episodio, el espectador conocerá la historia de lo cerca que estuvo el mundo de sufrir un terrible colapso económico. Por primera vez, sus protagonistas narran cómo lucharon para evitar una nueva gran depresión.