El centro de todas las grandes ciudades del mundo padece el mismo problema del aumento de población. En el siglo pasado los ingenieros solventaron el problema excavando bajo tierra. En el caso de Nueva York, se ha pensado excavar a más profundidad, a más distancia y más rápido.
Pero exigir demasiado a la tecnología supone exponerse a una catástrofe. ¿Podrán los ambiciosos planes del gran metro de Nueva York transformar el futuro del transporte público mundial o arruinarán la ciudad y se convertirá en uno de los mayores fiascos de la historia de la ingeniería moderna?.
E-Link:
No hay comentarios:
Publicar un comentario